viernes, 20 de noviembre de 2015

Nos vamos al sur

Queridos Víctor Xavier y José Agustín:

Les escribo ahora porque su edad no me permite comunicarme con ustedes. Víctor, tú tienes cuatro años; Tino, tú tienes dos. Se le presenta a mamá la oportunidad de un trabajo importante, pero que implica cambiar sus vidas. Y estoy triste por eso. Sé, mis amores, que ustedes están felices con la vida que tienen aquí. Tú, Víctor, siempre te has desenvuelto muy bien. Tienes cuatro años, pero ya has vivido un cambio de país, varios cambios de guardería, dos niñeros, una escuela... Estás acostumbrado a ser el rey, y si acaso no lo fueras en Montpellier, también te haría bien. Tino, tú adoras a Bruno. Al principio estuve muy cómoda con el papel que tenía cada uno de nosotros en tu vida, pero he de confesar que ahora, cuando Bruno y yo estamos juntos, me siento un poco triste: lo prefieres a él. Es normal, mi amor, pasas ocho horas con él y cuatro con mamá. No te culpo. Sólo lo digo porque lo que siento es algo irracional y, bueno, ahí está.

Pronto vamos a estar separados. Es probable que durante seis meses. Ahora vivimos en Montreuil-sur-Ille, así que mudarnos a Montpellier significa irnos al otro lado de Francia. Quiero decirles que lamento mucho el tener que tomar esta decisión por ustedes. No me imagino despertarme sin ustedes gritando que tienen hambre, que aún tienen sueño, que prenda la luz... Es pasajero, hijitos, es pasajero. Puede sonar ridículo al decirlo así, pero lo que me angustia mucho es separarlos de sus mundos actuales. Víctor, tú tienes a Léonie, a Nolan y a tus demás amigos. Tino, tú eres feliz en casa de Bruno, Maud, Elwann y Killian. Me duele alejarlos de sus apegos, me duele la posibilidad de hacerlos sufrir.

Espero que sepan que tomo esta decisión suponiendo que hará bien a la familia: una rutina, un sueldo fijo y la posibilidad de un crédito hipotecario nos caerían bien. Siento mucho lastimarlos ahora que no puedo preguntarles. La vida, queridos hijos, se trata de tomar decisiones. Y al tomarlas, uno nunca tiene la certeza de lo que es mejor. Sólo puedo esperarlo con todas mis fuerzas y decirles que a su papá y a ustedes los adoro con todo mi corazón. Cruzo los dedos para tomar una buena decisión para los Preciado Videgaray. ¡Nos vamos al sur!

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